miércoles, 20 de mayo de 2009

Se estanca la economía y el PIB crece 0,3%


Las estadísticas del Banco Central desnudan que la economía navega sobre un fuerte desequilibrio donde el gasto en importaciones supera al ingreso de divisas, un desajuste que en períodos anteriores ha derivado en devaluación de la moneda.

En el primer trimestre de este año el país canceló 11 mil 271 millones de dólares en importaciones y el ingreso de divisas, proveniente de las exportaciones, tan sólo asciende 9 mil 829 millones, es decir, un faltante de mil 442 millones.

De hecho, es la segunda vez que se enciende la alarma. Al sumar los resultados del cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de este año, las importaciones ascienden a 25 mil 599 millones de dólares y el ingreso de divisas a 20 mil 433 millones.

Así, en los últimos seis meses las importaciones superan en 5 mil 166 millones a las exportaciones y el país arrastra, en promedio, un déficit de 861 millones de dólares al mes, desajuste no vivido en los últimos doce años.

Por ahora la República ha cubierto el desbalance con divisas depositadas en la cuenta de reservas internacionales, que al cierre del 18 de mayo acumulan una caída de 31% y se ubican en 29 mil 352 millones.

El epicentro del temblor está en el declive de los precios del petróleo. El crudo provee 94% de las divisas que entran a Venezuela y registra un desplome desde un promedio de 86 dólares en 2008 hasta 42 dólares en lo que va de año.

El resultado es que el ingreso por exportaciones del primer trimestre de este año refleja un descenso de 55,5% respecto al mismo lapso de 2008.

Tradicionalmente, ante este desequilibrio, los gobiernos venezolanos han optado por devaluar la moneda para desestimular las importaciones y contener la pérdida de reservas.

El economista y profesor del IESA, Abelardo Daza, afirma que "es evidente el desbalance que va a conducir a una caída de las reservas internacionales y a una eventual corrección cambiaria, sólo que esto no ocurre de inmediato, por ejemplo, si vemos el pasado, el ingreso cayó en 1981 y la devaluación vino en 1983".

El Banco Central indica que en medio de la caída en el ingreso de divisas y el recorte de 32% en las asignaciones de Cadivi, las importaciones, lejos de disminuir, crecen en 6,4%.

Incluso, las compras en el exterior del Gobierno, se disparan 22,5%, por la adquisición de alimentos, maquinarias y aparatos eléctricos, mientras que las de la empresa privada aumentan en 2,3%.

Analistas estiman que las importaciones del sector privado obedecen a órdenes de compra del cuarto trimestre del año pasado y en los próximos trimestres el BCV tendrá que contabilizar el impacto del recorte en la entrega de divisas.

El frenazo La pérdida de brillo del oro negro ha roto un patrón donde el incremento del gasto público aumentaba el dinero en circulación y, por lo tanto, los recursos en los bolsillos de la población, creando un hábitat ideal para el consumo.

Así, la economía se desacelera velozmente y en el primer trimestre de este año la producción de bienes y servicios (PIB) crece 0,3%, resultado que contrasta con el avance de 5% en 2008.

El sector petrolero de la economía cae en 4,8% y el no petrolero se mantiene a flote con un crecimiento de 1,3%.

No obstante, la radiografía muestra que la minería, con una caída de 13,6%, la manufactura con un declive de 1,1% y la banca con una contracción de 2,9% ya están en números rojos.

El comercio, que gracias al boom de consumo logró crecer a altas tasas, tan sólo avanza 0,4% y la actividad de transporte 1,1%.

Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que la economía venezolana caerá en recesión ante la caída del ingreso petrolero y por tanto, del gasto público.


EL UNIVERSAL

Víctor Salmerón

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